miércoles, 11 de octubre de 2023
CARACTERÍSTICAS DEL OBRERO CRISTIANO
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 2 Timoteo 2:1-10.
El titulo de nuestra lección indica tres asuntos fundamentales que deben estar latentes en la mente de un siervo de Jesucristo. Uno, por haber depositado su fe en la persona de Jesucristo el creyente viene a ser un “cristiano”.
La persona promedio que se identifica con este adjetivo no toma con la debida consideración todo lo que implica esta reclamación. El adjetivo “cristiano” fue dado por primera vez en Antioquía de Siria a aquellos que eran:
a) parte de la iglesia,
b) discípulos del Señor, y
c) doctrinados en la fe apostólica.
Dos, además de cristiano, el creyente es un obrero, esto es, uno que está activo en la obra del Señor.
Tres, el cristiano, como obrero del Señor, requiere ciertas características sin las cuales se descalifica como obrero y también como cristiano. Pablo utiliza figuras muy gráficas las cuales sugieren lo que es el cristiano: soldado, atleta y labrador.
I.- EL CRISTIANO ES UN SOLDADO 2 TIMOTEO 2:1-4
A. Que se esfuerza en la gracia de Cristo (2:1,2). Pablo exhorta a Timoteo que se revista
de poder. Existe una conexión directa entre lo que Pablo le dice a Timoteo en el
v. 1 y lo que Cristo le dijo a sus discípulos en Hechos 1:8. Según el Señor Jesucristo, el
poder que necesitarían sus discípulos lo obtendrían del Espíritu Santo; según Pablo, el
fortalecimiento que Timoteo necesitaba se encontraba en la gracia que es en Cristo Jesús
Esta primera exhortación del capítulo adquiere importancia al asociarse con las figuras
del soldado y el atleta. Es imposible que un soldado y un atleta desnutridos,
enfermizos y endebles puedan cumplir con sus responsabilidades en el frente de
batalla. Ahora, ¿cómo es que el obrero cristiano se reviste de poder? ¡Buscando la
gracia que es en Cristo Jesús y estando lleno del Espíritu Santo! Esta gracia y esta
llenura del Espíritu Santo se obtienen por medio de la oración, el estudio de las
Escrituras, la asistencia a los servicios de la iglesia, la obediencia a los preceptos del
Señor y el servicio cristiano.
B. Que sufre penalidades (2:3,4). Hay algo interesante en el v. 3 que no se registra en
Reina Valera 1960, y es que el verbo “sufrir” va acompañado del prefijo “con”, como se
encuentra en 1:8 y que Reina Valera traduce “participa de las aflicciones”.
Tanto en 2:3 como en 1:8 el verbo es sunkakopátheson, que como ya indicamos, debe
traducirse “sufre penalidades (aflicciones, malos tratos) con”. La pregunta surge, ¿con
quién debía Timoteo sufrir estas penalidades o malos tratos? Las posibilidades son: con
todos los hermanos que eran maltratados en la iglesia de Éfeso; con todos los ministros
que eran perseguidos, o, lo que es muy probable, con Pablo que era su padre en el
Evangelio y en el ministerio.
El apóstol, no solamente le pide que encargue a hombres fieles lo que había oído de él
ante muchos testigos, sino que sufra juntamente con él las penalidades que conlleva el
ser obrero y ministro del Evangelio. Por lo tanto, una característica del obrero cristiano
es la disposición a sufrir.
II.- COSAS QUE TIMOTEO DEBÍA CONSIDERAR. 2 TIMOTEO 2:5-7
A. Luchar como buen atleta (2:5). Obsérvese despacio la figura que utiliza el apóstol en el
v. 5. La figura es tomada de las competencias que los luchadores tenían cuerpo a
cuerpo. En Efesios 6:12 leemos: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne”.
Tanto en 2 Timoteo 2:5 como en Efesios 6:12 encontramos la palabra “lucha”.
Aunque en el idioma original son distintas, ambas indican un encuentro personal
donde solo hay dos protagonistas que pelean cuerpo a cuerpo. Pablo no utiliza la
palabra “guerra”, ni “combate”, que señalan la presencia de muchos.
Una guerra puede ser algo impersonal, pero “lucha” habla de un encuentro entre dos,
directo, personal. Así es la vida cristiana: el creyente tiene una lucha constante,
personal, directa con el enemigo. Pero, y ¿qué se requería de los atletas para ser
declarados vencedores?
¡Que lucharan conforme al reglamento de las competencias! Lo que Pablo le está
diciendo a Timoteo es que debía desempeñar su ministerio según los lineamientos de
Dios.
Luchar legítimamente significa vivir la vida cristiana de manera íntegra y desarrollar el
trabajo del Señor de acuerdo a lo que El espera de uno.
B. Trabajar como el labrador (2:6,7). La figura que sigue (labrador) y el verbo que utiliza el
apóstol (trabajar), son muy gráficos. En primer lugar, por labrador se entiende aquel
que labra la tierra, esto es, desmontarla, ararla, desbaratar los terrones, sembrar, regar,
y cuando la semilla ha brotado, carpir, o sea, quitar la hierba inútil o perjudicial.
Mientras todo esto no se haga, el labrador no puede pretender disfrutar de la cosecha.
Luego, llama la atención el verbo que utiliza el apóstol, el cual en Reina Valera 1960 se
traduce “trabajar”. En el idioma original es kopiao. La primera acepción que dan los
diccionarios griegos a este verbo es “extenuarse”, “quedar exhausto”, “trabajar hasta el
cansancio agotador”. El apóstol pudo haber usado otros verbos que significan trabajar,
pero intencionalmente utilizó este. ¿Por qué? Porque lo que le está diciendo a su
discípulo Timoteo, hijo en el Evangelio y en el ministerio, es que el servicio en la obra
del Señor implica una entrega total e incondicional.
III.- LO QUE IMPLICA SERVIRA CRISTO. 2 TIMOTEO 2:8-10
A. Sufrir penalidades (2:8,9). El v. 8 empieza con la exhortación a Timoteo a que se
acuerde de Jesucristo. ¿Por qué esta exhortación? ¿Qué le quiere decir con ello?:
Primero: Todo el pasaje de 2 Timoteo 2:1-13 trata sobre el precio que se tiene que
pagar para ser un buen siervo de Jesucristo.
El v.11 habla incluso de la posibilidad de morir por esta causa. Por lo tanto, al acordarse
Timoteo de Jesucristo, lo primero que se le vendría a la mente sería su pasión y
muerte. Segundo: Acordarse de Jesucristo es mantener la centralidad correcta del
mensaje de la iglesia.
Cuando se pierde de vista la persona del Señor, se distorsiona el contenido del
Evangelio y la misión de la iglesia. A continuación el apóstol añade: del linaje de David.
¿Qué tienen que ver estas palabras con lo que Pablo le está diciendo a Timoteo? En
primer lugar, señalan la humanidad de nuestro Señor Jesucristo. Jesús era y es Dios,
pero se manifestó en carne (1 Timoteo 3:16). En tiempos apostólicos surgió una secta
conocida como los Docetas, que negaban la humanidad de nuestro Señor. En segundo
lugar, hablan del mesianismo de nuestro Señor. En Cristo se cumplieron las profecías
del Antiguo Testamento que de la descendencia de David Dios levantaría un Rey que
gobernaría al mundo con justicia (véase Isaías 11:1; Zacarías 6:12,13).
B. Amar a los escogidos (2:10). Llegamos ahora a uno de los pasajes más conmovedores
de las epístolas de Pablo: “Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para
que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna”. Uno
esperaría que Pablo hubiese dicho aquí: Por tanto, todo lo soporto por amor de Cristo.
A los filipenses el apóstol escribió: “por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura” (Filipenses 3:8). Pero a Timoteo le dice que soporta las aflicciones y está
dispuesto a morir por amor a los escogidos.
Aquí hay una nobleza extraordinaria que debe ser seriamente considerada, porque
define con claridad meridiana lo que es un obrero del Señor. Sin esta característica
nadie puede ser obrero de Cristo. Como es fácil comprender, Pablo imitaba a nuestro
Señor en el amor por la iglesia. Él mismo escribió: “Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella” (Efesios 5:25). Pablo usa una figura extraña y un tanto sorpresiva,
pero la idea es: solamente se logra que los creyentes sean lo que Dios espera de ellos,
cuando hay obreros que están dispuestos a sufrir como sufre una madre al dar a luz.
CONCLUSIÓN: Los ministros del Señor, tenemos la obligación de apropiamos de los consejos de
Pablo a Timoteo. Lo que el apóstol le dijo a su hijo en el ministerio, se lo dice a los creyentes de
todos los tiempos. Con humildad, entonces, es necesario ubicamos en el lugar de Timoteo y ver
de qué manera encaja en nuestro servicio a Dios lo que se ha estudiado. En resumen, diremos
que Timoteo necesitaba, entre otras cosas: Revestirse de poder. Esto no significa que no tuviera
ninguno, sino que no debía conformarse con el que tenía. Depositar en personas fieles lo que
había recibido. Estar dispuesto a sufrir penalidades. Para poder reinar con Cristo, uno tiene que
sufrir con Él. Luchar como buen soldado de Jesucristo. En la obra de Dios nadie es un civil:
todos son soldados. Y por último, no perder de vista a nuestro Señor Jesucristo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario