Por fe Noé preparó un arca para la salvación de su casa
Y fue testimonio para las generaciones futuras de que la fe de un padre recto y creyente obtiene una bendición, no solo para sí mismo sino también para sus hijos. (Pr. 4:1).
El nuevo testamento enseña que por fe Noé salvo a su casa, lo que está en conocimiento con el texto "Entra tú y tu toda tu casa en el arca". Incluso Cam, que por sus características personales podríamos decir que se merecía juicio divino, fue salvo del diluvio por el amor de su padre y por la fe de su Madre.
Esto es prueba de que, a la vista de Dios, la familia es considerada como una unidad, con el padre como cabeza y representan-te, que padre, madre e hijos son uno y que es bajo este principio que él tratará con las familias de su pueblo, en su gracia (Sal. 103:13).
Este hecho, que los padres y los hijos son uno, es lo que dio al pecado su terrible poder sobre el mundo. Cuando Adán pecó, toda su posteridad quedo sometida al golpe del pecado y de la muerte. La liberación de Noé del diluvio fue la introducción a una nueva dispensación, el primer gran acto de la gracia redentora de Dios a favor de un mundo pecador.
En este acto, Dios manifestó su gracia y misericordia en medio del juicio; vida por medio de la muerte; fe como medio de libe-ración, el cauce por el que llega la bendición. Y, además, fue aquí que se revelo que la familia debía de ser un medio de gracia La relación de padres e hijos, iba a ser ahora el vehículo para extender el reino de la Gracia de Dios. Y aunque iban a pasar muchos años antes que ocurriera el nacimiento de la simiente de la mujer, los hijos del justo Noé fueron bendecidos junto con su padre. (Ef. 6:1; Col. 3:20).
Padres, entiendan y recuerden que el padre que es justo a la vista de Dios, es bendecido en abundancia y él los hace rebosar en abundancia sobre sus casas. Deben considerarse como el cauce designado por Dios por el cual la bendición fluya y alcance a toda la familia. Esto le da una gran responsabilidad el ser mayordomos de la gracia de Dios en vuestra casa.
Al entender esto, que tremendo es aceptar por fe la palabra de Dios que dice: "A ti he visto justo delante de mí en esta gene-ración", y luego la frase que precede "entra tu y toda tu casa en el arca".
La simiente del justo será bendecida, Dios bendecirá la casa de sus siervos. Es como si el arca fuera la "Casa de la familia y Dios estuviera poniendo la "Seguridad" que el arca ofrece al alcance no solo del padre, sino también de los hijos. (Pr. 23:24).
Y esto no solo es una promesa sino una orden "Entra tú y tu casa en el arca". El padre tiene que llevar a los hijos dentro del arca. Y si surge la pregunta ¿Cómo podré hacerlo? La respuesta es simple y clara: "Por fe, Noé preparó un arca para la salvación de su casa".
Dios siempre se encarga de dar gracia proporcionada al deber que requiere. Padres, hagan que sus hijos entren al arca de salvación. Tengan esto como objetivos en sus vidas. Oren, pero también gócense en la esperanza de que Dios quiere que sus hijos estén con ustedes dentro de ellas. Confíen en Dios para la salvación de cada hijo. "Yo y mi casa serviremos a Jehová" (Jos. 24:15)
Padre, hay sitio para tu hijo en el arca. El Dios que te salva espera que traigas a tu hijo. Acepta en fe la seguridad de que puede ser salvo y obra en obediencia al mandato de que lo traigas. Permanece en Cristo, y deja que tu hijo sienta que el estar cerca de ti, es estar cerca de Cristo.
Tu casa será para tu simiente, el arca en que conocerá y llamará al Señor. Si ha sido impactado por esta hermosa palabra: “A ti he visto justo, cumple el precepto: Entra tu y toda tu casa en el arca". Noé es la garantía de lo que será dado a cada padre que confía y trae a sus hijos a ti y obedece a tu voz para traerlos.
Supervisor Regional Juvenil
Evangelista Vicente Ortiz
Buenas Tardes Apostólicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario