Mateo dice “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”, sin embargo, hoy podrías acentuar y decir muchos reciben milagros y prodigios, pero poco son los que pueden agradecer lo que Dios ha hecho.
El texto que hemos leído se nos cuenta el momento en el cual diez hombres leprosos se presentaron delante de Jesús para que los sanara.
Jesús envió a los diez hombres para que se presentaran al sacerdote y los diez hombres mientras iban fueron sanados de su lepra en el camino. Sin embargo, de los diez hombres que fueron sanados de su lepra, solamente uno regreso dando gracias a Jesús por su sanidad (vs 15-16).
De la respuesta del Señor Jesús en el verso 17 y 18 podemos sacar una enseñanza espiritual muy importante que todos debemos tomar en cuenta: nuestra ingratitud no le es indiferente al Señor, a Jesús no le dio igual si los leprosos sanados volvían o no volvían a dar gracias, el pregunto por los otros nueve. Al Señor Jesús le fue indiferente que los de su nación, que los otros 9 no volvieran a agradecer a Dios por su obra en ellos.
Ahora reflexionemos en nuestro corazón: ¿Cuantas veces hemos dejado esperando al Señor y no hemos vuelto a agradecer?
¿Cuántas veces el Señor Jesús habrá preguntado por nosotros cuando ha obrado milagros en nuestra vida y no hemos sido agradecidos?
Como podemos entonces tener una actitud de agradecimiento en nuestra vida para con nuestro Dios
I) RECONOCIENDO QUE EL PRINCIPAL AGRADECIMIENTO ES CON MI PROPIA VIDA (ROMANOS 12:1)
Nuestra vida misma es el primer instrumento de agradecimiento para nuestro Dios. La palabra nos invita a usar nuestra razón para reconocer las misericordias de Dios en nuestra vida y en agradecimiento presentar nuestro cuerpo en sacrificio vivo, es decir privarnos de la comodidad que quisiéramos y en agradecimiento hacer un sacrificio, un esfuerzo, para servirle al Señor.
II) VALORANDO LO QUE DIOS NOS HA DADO (MATEO 7:11)
Tenemos que reconocer que Dios no da cosas malas, todo lo que el hace y nos da es bueno para nuestra vida. Santiago 1:17 dice “todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay variaciones ni oscurecimientos” Y en 1 Timoteo 4:4 “Pues todo lo que Dios ha creado es bueno; y nada debe ser rechazado si lo aceptamos dando gracias a Dios” (versión Dios Habla Hoy).
Debemos dejar de quejarnos y comenzar a darle gracias a Dios por todo lo que él nos da aun sin merecerlo. valoremos a nuestros hijos, no solo cuando están enfermos. valoremos a nuestra familia, no solo cuando la hemos perdido. valoremos nuestro trabajo, nuestro negocio, nuestra casa, etc.
III) CUIDANDO LO QUE DIOS NOS HA DADO (PROVERBIOS 27:18)
Dios nos ha dado una higuera, tenemos que cuidarla y ser agradecidos con el Señor. Dios te ha dado un ministerio, cuídalo, aprécialo, reconoce que Dios te lo ha confiado. Debemos ser diligente, con lo que Dios nos ha entregado, no podemos culpar a otros por nuestros errores en cuidar la viña que Dios nos entregó.
IV) SIRVIENDO AL SEÑOR POR GRATITUD NO POR INTERES (HEBREOS 12:28)
La palabra del Señor nos manda a servir al Señor mediante la gratitud a nuestro Dios. Tenemos que servir desinteresadamente en agradecimiento, no por lo que Dios nos dará sino por todo lo que él ya nos dio: en primer lugar, nos dio salvación, nos otorgó el perdón de pecados, ha sido clemente y misericordioso y podrías enumerar muchas más cosas.
Por lo tanto, hoy le invito a que podamos ser dadores alegres y no solo en lo económico sino en todo “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1 Tesalonicenses 5:18.
Evangelista Samuel González
Buenas Tardes Apostólicas.
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